Colonia y Phantasialand un fin de semana

Del 13 al 15 de enero del 2023

EXPRESS

Sandra Mañas

3 min read

Viajamos a Colonia y a Phantasialand, como buenos fans de los parques temáticos, para pasar el fin de semana y hacer una escapada de amigos. Fuimos del 13 de enero (de noche) a 15 de enero del 2023.

Los vuelos fueron con Eurowings 49'98€ por persona. Alquilamos un coche para poder movernos libremente y llegar antes porque era muy tarde, nos salía súper rentable porque éramos 4 y queríamos visitar también Colonia el domingo. En el aeropuerto de Colonia encuentras pocas empresas abiertas a las 23h, una era Herz y los tres días fueron 125'83€. Otra opción es el transporte público que existe, si te alojas en Colonia es muy fácil y si tienes que ir hasta Brühl se tarda más.

Decidimos alojarnos en Brühl en el H+ Hotel Brühl. Las 2 noches, 2 habitaciones un total de 4 personas con desayuno incluido: 366,84€. El hotel es limpio y correcto, tiene aparcamiento, un supermercado al lado y está a menos de cinco minutos en coche de Phantasialand.

Día 1 Phantasialand

La entrada para el día 14 de enero nos costó 57 euros por persona.

Hace mucho frío, hay que llevar ropa térmica, gorro, guantes y lo que creas necesario. Recomiendo llegar pronto para ser de los primeros en entrar. Cuando fuimos solo había una entrada abierta.

Ver el parque decorado de Navidad es precioso. No subimos a las atracciones de agua pero había valientes que sí.

Lo primero que deberías hacer es ir lo más rápido que puedas a hacer la cola de F.L.Y para llegar de los primeros y no perder el tiempo ya que en seguida se forma hora y media o dos horas de cola. Aquí entra el juego si hay una entrada o más abiertas. En nuestro caso, como he dicho antes, solo había una, por lo que la más cercana a F.L.Y (a excepción del hotel) estaba cerrada y nadie podía adelantarnos.

No sé si era por la fecha pero casi no había colas, excepto en un par que hicimos 45 minutos que eran más familiares, y en Taron que hicimos más de hora y media de cola, en las montañas rusas propiamente dichas no había más de 15 minutos (a excepción de F.L.Y).

Tenéis que entrar en el hotel, es una atracción que me recordó a cuando era pequeña y subía en una feria a una de esas que se mueve el suelo, hay un circulo giratorio que tienes que atravesar, etc, risas aseguradas.

Me sorprendió mucho Crazy Bats porque nunca había subido en una atracción tipo montaña rusa y con gafas de animación virtual, es súper inmersiva.

Algo a destacar a parte de lo bonito que es este parque, es la excelente comida que ofrecen, está todo riquísimo y no tiene precios desorbitados teniendo en cuenta donde estamos. En especial hacen un guiso típico que entra de maravilla calentito con el frío que hace.

Día 2 colonia

Dejamos el hotel, cargamos las mochilas en el coche y vamos a descubrir Colonia antes de regresar al aeropuerto después de comer.

Es una ciudad que se visita muy rápido. Puedes caminar por todo el casco histórico. El día anterior, en el parque, compramos las entradas al museo del chocolate de Lindt que cuestan 14'50€.

Dejamos el coche en Continpark Tiefgarage Heumark ya que subes directamente al centro. Paseamos por la plaza donde ponen el mercado navideño dirección a la plaza del antiguo mercado. Por las calles puedes ver las casas de colores que resaltan sobre el cielo gris y nublado que había, disimuladas entre los edificios pequeños relieves con esculturas muy bonitas y estatuas.

Llegamos a la catedral, de estilo gótico, imponente. Era domingo, hacían la liturgia.

Tras ello cruzamos el puente, famoso en las fotos de colonia para tener una panorámica de la ciudad, viendo la catedral. Puente lleno de candados de amor. Que, por cierto, van quitando porque si no se hundiría del peso (siento no ser romántica).

Paseamos, volviendo a cruzar el puente, hasta el museo del chocolate. Qué queréis que os diga, comer mucho chocolate riquísimo está muy guay, aprender como lo elaboran y verlo en directo también. Sé que hay otros en otros países, pues también iré si los encuentro.

Volvimos hasta el lugar de inicio para comer en un restaurante alemán que se llama Heumarkt. Madre mía, qué buena estaba la comida, típica alemana, espectacular, no sé que comí (un estofado con patatas creo) pero estaba buenísimo.

Y de allí volvimos al aeropuerto en nuestro coche alquilado, que, por cierto, nos dieron uno superior, así que ni tal mal.